vigilas desde el cuarto
donde las únicas sombras temibles son las mías
una tarde en un bar
el silencio calló
y me invadieron las frases
que siempre evité oir
solo recuerdo de ese día soleado que no te encontré
cuando arañé ferozmente los muros de mi mente buscándote
al vaso en mi mano blanca le narré
sobre tu hermosa lejanía
vida, no dejes que en mi ingenuidad me vuelva a perder
vida, no dejes que me muera sin volverlo a ver.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario